Nathan Wachtel usó en uno de sus trabajos más afamados la expresión “los vencidos de los vencidos” para referirse a los chipaya y a su entorno aymara y la recordará en la que probablemente sea su última visita (Wachtel 1997:35) a un pueblo donde él, a pesar de su formación como académico occidental –y quizás también por eso- sabe que influye y es influido por una cultura, que deteriorada y con cambios, tozudamente, permanece también. Nosotros conjeturamos que en un universo humano diferenciado del resto y por su bajo número demográfico es más fácil detectar ese doble movimiento de incidencia, del observador que deviene actor y los observados que afectan al observador. Todo esto viene a cuento para constatar, además de verificar el “principio de incertidumbre” de Heisenberg en las disciplinas sociales –con más razón- este recuento, a finales de los 80s, nos muestra las dinámicas de tensiones, cruces de lealtades, momentos de catarsis en su doble aspecto de máxima intensidad y desahogo tan propia de cualquier colectividad humana, y que de esta universalidad no se sigue una indiferencia sino una empatía muy difícil de exorcizar. Buena prevención, con todo, para cualquier mirada idílica.
Wachtel, Nathan. 1997. .Dioses y vampiros. Regreso a Chipaya México: FCE.
miércoles, 6 de julio de 2011
Preparando mi visita a Chipaya, emergente autonomía indígena
Posted by Gonzalo Rojas Ortuste
17:47:00, under autonomía,democracia,pueblos indígenas | No comments
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